El papa Francisco hizo este domingo un apremiante llamado por la paz en Irak y Gaza después de rezar la oración del ángelus, ante miles de fieles que le escuchaban en la plaza de San Pedro.
“Queridos hermanos y hermanas, nos dejan incrédulos y desapuntados las noticias que llegan desde Irak: miles de personas entre las cuales tantos cristianos, son expulsados brutalmente de sus casas; niños que mueren de sed y de hambre durante la fuga; mujeres secuestradas; violencias de todo tipo; destrucción por todas partes, destrucción del patrimonio religioso, histórico y cultural”.
“Todo esto --prosiguió el Santo Padre-- ofende gravemente a Dios y ofende gravemente a la humanidad. ¡No se lleva el odio en nombre de Dios! ¡No se hace la guerra en nombre de Dios!”.
Y añadió: "Todos nosotros pensando a esta situación y a estas personas hacemos silencio y rezamos"...
Y tras algunos instantes de silencio el Papa retomó sus palabras diciendo: “Agradezco a quienes con coraje están llevando ayuda a estos hermanos y hermanas, y confío que una eficaz solución política y a nivel internacional pueda detener estos crímenes y restablecer el derecho”.
“Para poder asegurarles mejor mi cercanía a estas queridas poblaciones he nombrado como enviado personal a Irak, al cardenal Fernando Filoni que mañana partirá desde Roma” dijo.
El Pontífice recordó además que existe otro conflicto no muy lejano del de Irak: “También en Gaza, después de una tregua ha recomenzado la guerra, que produce víctimas inocentes y que solamente empeora el conflicto entre israelíes y palestinos”. Y añadió: “Recémos todos juntos al Dios de la paz, por intercesión de la Virgen María: Dona la paz Señor, en nuestros días y vuélvenos artífices de la justicia y de la paz. María Reina de la paz, reza por nosotros".
Otra intención fue que "recemos también por las víctimas del virus 'ébola' y por quienes están luchando para detenerlo”.
Y después de saludar a los peregrinos presentes y a algunos grupos en particular dijo: